Resistir en condiciones adversas no se debe solamente a ser fuerte, sino también se basa en utilizar el equipamiento adecuado, a la actividad y al clima.
Este es el método para lograr un equilibrio óptimo, atrapando una masa de aire protectora alrededor del cuerpo y liberando el sudor y el exceso de temperatura.
Además, la disposición en capas de las prendas facilita la adaptación de las mismas, si se producen cambios en el clima, o en el nivel de actividad. Un sistema de vestimenta de capas funcionales puede estar compuesto:
PRIMERA CAPA
Es la que está en contacto con la piel, son prendas confeccionadas con telas que tienen la capacidad de transferir la humedad al exterior, facilitando su evaporación y secado rápido, evitando la sensación de incomodidad.
SEGUNDA CAPA
Es el aislante y puede estar conformada por una gran variedad de fibras y tejidos.
TERCERA CAPA
Es la última capa ya que es la que esta expuesta los agentes externos que nos rodean. Dependiendo de las actividades y de los diversos climas, esta capa debe estar conformada por prendas impermeables, rompe vientos, y transpirables.
Este sistema capas funciona en condiciones extremas cuando cada una de ellas se usa adecuadamente.
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